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17 NovALIA: inteligencia artificial soberana para el español y las lenguas cooficiales en España
ALIA es un buen ejemplo de que en España no solo se habla de inteligencia artificial, sino que también se construyen infraestructuras punteras que compiten en la conversación internacional.

Es una familia de modelos de lenguaje entrenados en nuestras lenguas y financiados con dinero público, pensada para demostrar que el talento local puede generar tecnología de primer nivel, aunque las grandes plataformas sigan estando en Estados Unidos o China.
Tabla de Contenido
- ALIA: IA soberana hecha en España
- Por qué importa un modelo “en español y lenguas cooficiales”
- Talento local, infraestructura global
- IA abierta, soberanía tecnológica y economía del idioma
- ALIA KIT: recursos abiertos para la comunidad
- Casos de uso: de la administración a la salud
- Un mensaje para el ecosistema académico y profesional
ALIA: IA soberana hecha en España
ALIA son las siglas de Activos para el Lenguaje y la Inteligencia Artificial y da nombre a una familia de modelos de lenguaje desarrollados bajo el liderazgo del Gobierno de España.
El proyecto se concibe como una infraestructura pública de IA, abierta y transparente, para impulsar el castellano y las lenguas cooficiales —catalán, gallego, valenciano y euskera— en el ecosistema digital.
Su lanzamiento se anunció oficialmente en 2025 y se presenta como la primera familia de modelos fundacionales pensada específicamente para 35 lenguas europeas, con especial foco en las de España.
La coordinación técnica recae en el Barcelona Supercomputing Center – Centro Nacional de Supercomputación (BSC‑CNS), uno de los polos europeos de referencia en computación de alto rendimiento.

La dirección estratégica corresponde a la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, que ha colocado ALIA en el corazón de la Estrategia Española de Inteligencia Artificial 2024.
Todo ello se financia al cien por cien con fondos públicos, con el objetivo explícito de crear una infraestructura común sobre la que puedan innovar universidades, empresas y administraciones.
Por qué importa un modelo “en español y lenguas cooficiales”
La mayoría de grandes modelos comerciales —desde ChatGPT hasta otros competidores globales— se han entrenado principalmente en inglés, lo que genera lagunas de comprensión y sesgos cuando se trabaja en otros idiomas. ALIA nace precisamente para corregir esa asimetría lingüística y evitar que el español y las demás lenguas del Estado queden relegadas a un papel secundario en la economía de la IA.
Según datos oficiales, el corpus de entrenamiento de ALIA supera los 17.000 millones de palabras repartidas en 34 millones de documentos de alta calidad, seleccionados para minimizar problemas de propiedad intelectual.
Esta apuesta por corpus cuidados —y no simplemente “raspados” de la web sin filtrar— busca garantizar modelos más fiables, menos tóxicos y legalmente más seguros. La familia ALIA incluye modelos multilingües como ALIA‑40B junto a variantes más ligeras como Salamandra‑7B y Salamandra‑2B, preparados para distintos escenarios de despliegue.
Además, se desarrolla SalamandraTA‑2B, especializado en traducción automática de frases y párrafos entre unas 30 lenguas, lo que refuerza el papel del proyecto como puente lingüístico europeo.
Talento local, infraestructura global
Desde el punto de vista de Big Data e IA, ALIA es una demostración de músculo científico y técnico de los equipos españoles. Entrenar modelos de decenas de miles de millones de parámetros exige experiencia en ingeniería de datos, diseño de arquitecturas de entrenamiento distribuido y optimización sobre supercomputadores como MareNostrum. Que esta capacidad se haya consolidado en una infraestructura pública indica que el talento no está concentrado solo en las big tech, sino también en centros de investigación y empresas de nuestro país.

Medios especializados subrayan que, aunque ALIA‑40B todavía no compite uno a uno con los modelos más grandes del mercado, marca un punto de partida sólido y demuestra que España puede jugar en “primera división” de la IA generativa. El proyecto se alinea con una tendencia internacional hacia modelos abiertos y auditables, que permiten a la comunidad examinar pesos, corpus y comportamiento, algo mucho más difícil con soluciones puramente propietarias. En este sentido, ALIA se sitúa en la misma conversación que iniciativas como los modelos europeos abiertos o los esfuerzos de código abierto impulsados por comunidades globales de desarrolladores.
IA abierta, soberanía tecnológica y economía del idioma
ALIA no es solo un modelo, sino un movimiento estratégico para reforzar la soberanía tecnológica de España y de la Unión Europea. Al disponer de modelos propios entrenados en corpus abiertos y documentados, se reduce la dependencia de plataformas externas que pueden cambiar condiciones de uso o precios de un día para otro. Esto tiene implicaciones directas para la administración pública, que puede construir chatbots, asistentes o sistemas de análisis documental sin exponer datos sensibles a terceros países.
Otro vector clave es la llamada economía del idioma, que busca traducir el peso global del español —más de 600 millones de hablantes— en servicios, productos y empleo de alto valor añadido.
ALIA facilita que pymes, startups y desarrolladores construyan soluciones en castellano y lenguas cooficiales con costes de entrada mucho más bajos. Al mismo tiempo, permite que universidades y centros de investigación exploren nuevos modelos especializados, afinados sobre dominios concretos como salud, derecho o administración electrónica.
ALIA KIT: recursos abiertos para la comunidad
Para que esta infraestructura no se quede en un mero anuncio, se ha creado ALIA KIT, un portal donde se recopilan los recursos necesarios para trabajar con los modelos. En este espacio se publican datasets, metodologías de entrenamiento, documentación técnica y herramientas en castellano, catalán, gallego, valenciano y euskera. El objetivo es que cualquier equipo —desde grupos universitarios hasta desarrolladores independientes— pueda replicar, adaptar y extender los modelos con transparencia.

ALIA KIT también funciona como repositorio de buenas prácticas, ya que detalla criterios de calidad del corpus, procesos de limpieza de datos y consideraciones éticas aplicadas en la construcción de los modelos. Esta forma de trabajar encaja plenamente con las exigencias del Reglamento Europeo de IA, que pide documentación clara sobre datos, riesgos y mitigaciones. De cara al estudiante de un máster en Big Data e IA, el ecosistema ALIA ofrece un banco de pruebas perfecto para aprender a entrenar, evaluar y auditar modelos fundacionales en condiciones reales.
Casos de uso: de la administración a la salud
Los primeros pilotos con ALIA ya están en marcha en ámbitos estratégicos. Uno de ellos se centra en un chatbot avanzado para la Agencia Tributaria, destinado a mejorar la atención al ciudadano y reducir tiempos de respuesta en consultas frecuentes. Otro proyecto aplica los modelos de la familia ALIA al análisis de datos médicos para facilitar el diagnóstico precoz de insuficiencia cardiaca, integrando conocimiento clínico y capacidades de procesamiento de lenguaje natural.
En el sector público más amplio, diferentes administraciones estudian cómo usar ALIA para clasificar documentos, ayudar en la redacción de informes o apoyar la tramitación automatizada de expedientes.
Para el tejido empresarial, especial atención se presta a pymes y autónomos, que suelen tener menos recursos para pagar licencias de soluciones cerradas. La disponibilidad de modelos abiertos en castellano permite que proveedores locales ofrezcan soluciones de atención al cliente, análisis de contratos o generación de contenidos ajustadas a la realidad lingüística y jurídica española.
Un mensaje para el ecosistema académico y profesional
ALIA envía un mensaje claro al ecosistema de Big Data e IA: en España hay talento suficiente para diseñar, entrenar y gobernar modelos fundacionales competitivos. Que el proyecto se financie con fondos públicos y se publique bajo esquemas abiertos demuestra que otra forma de hacer IA —centrada en el interés general y no solo en el beneficio privado— es posible. Para universidades como la UMA, ALIA es un aliado natural a la hora de plantear trabajos fin de máster, líneas de investigación o proyectos con empresas basados en modelos que se pueden inspeccionar y adaptar.
En un contexto donde las grandes plataformas siguen estando en Estados Unidos o China, iniciativas como ALIA recuerdan que la posición geográfica no determina el valor del talento. Lo que marca la diferencia es la capacidad de articular ese talento en proyectos compartidos, con visión estratégica y compromiso con el bien común. ALIA, en definitiva, es una prueba tangible de que en España no solo consumimos inteligencia artificial: también la diseñamos, la entrenamos y la ponemos al servicio de nuestras lenguas, nuestra economía y nuestra ciudadanía.






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