Pep Martorell: liderazgo científico y visión estratégica en el ecosistema de la inteligencia artificial

La trayectoria profesional de Josep Maria (Pep) Martorell representa un ejemplo paradigmático de cómo la formación científica rigurosa, combinada con una visión estratégica excepcional, puede impulsar el desarrollo tecnológico a escala europea. Su recorrido profesional, que abarca más de 15 años en posiciones de alta responsabilidad, ofrece lecciones valiosas para quienes aspiran a desarrollar carreras en el ámbito del big data y la inteligencia artificial.

Formación académica y bases científicas

Martorell construyó los cimientos de su carrera combinando disciplinas aparentemente distantes pero profundamente complementarias. Licenciado en Ciencias Físicas por la Universitat de Barcelona y doctor en Ingeniería Informática por la Universitat Ramon Llull, esta formación interdisciplinar le ha permitido abordar los desafíos tecnológicos desde una perspectiva única que integra el pensamiento científico con la implementación práctica.

Esta combinación de física e informática resulta especialmente relevante en el contexto actual, donde la supercomputación y la inteligencia artificial requieren tanto comprensión teórica profunda como capacidad de ejecución tecnológica.

Liderazgo en el Barcelona Supercomputing Center

Entre 2016 y 2025, Martorell ocupó el cargo de director asociado del Barcelona Supercomputing Center (BSC), el mayor centro de supercomputación de Europa. Durante su gestión, el centro experimentó un crecimiento exponencial, pasando de 400 a más de 1.300 profesionales. Este liderazgo no se limitó únicamente a la gestión administrativa, sino que impulsó proyectos de alto impacto científico como el superordenador MareNostrum 5 y la implementación de los primeros ordenadores cuánticos de España.

La supercomputación representa una de las tres patas fundamentales sobre las que se sustenta el desarrollo actual de la inteligencia artificial, junto con la algoritmia y los datos. Como el propio Martorell explica, la capacidad de cómputo ha experimentado un incremento de 9 a 10 órdenes de magnitud en los últimos 15 años, multiplicándose aproximadamente por 4 o 5 cada año. Este crecimiento exponencial ha sido esencial para hacer posible el auge de la IA generativa y los modelos de lenguaje que hoy utilizamos.

Experiencia en la administración pública

Antes de incorporarse al BSC, Martorell desempeñó un papel crucial como director general de Investigación de la Generalitat de Catalunya entre 2011 y 2016. Durante este período, bajo la dirección del profesor Andreu Mas-Colell, implementó iniciativas estratégicas para fortalecer el ecosistema de investigación catalán, incluyendo el programa de doctorado industrial. Esta experiencia le proporcionó una perspectiva única sobre cómo las políticas públicas pueden impulsar la innovación y la transferencia de conocimiento, especialmente en contextos de restricción presupuestaria derivados de la crisis económica.

Vinculación con el ecosistema empresarial y académico

La trayectoria de Martorell destaca por su capacidad para conectar el mundo académico, la investigación pública y el sector privado. Actualmente es miembro de varios consejos de empresas y centros tecnológicos, además de mantener una activa labor como inversor y mentor en startups del ecosistema de innovación barcelonés. Paralelamente, ejerce como profesor en ESADE Business School, donde imparte asignaturas sobre inteligencia artificial, big data y tecnologías disruptivas en programas de grado, máster y ejecutivos.​​

Esta triple dimensión —académica, empresarial e institucional— le confiere una visión holística sobre los desafíos y oportunidades que presenta la inteligencia artificial. En sus intervenciones públicas, Martorell combina rigor técnico con claridad divulgativa, abordando temas que van desde la supercomputación y las tecnologías cuánticas hasta la geopolítica tecnológica y la soberanía digital europea.

Visión sobre el futuro de la inteligencia artificial

En la entrevista realizada por Luis Villanueva para el podcast de Webpositer, Martorell ofrece una perspectiva matizada sobre el futuro de la IA. Define la inteligencia artificial como «una rama de la informática que se dedica a desarrollar sistemas para hacer tareas que normalmente requieren inteligencia humana», basándose en principios matemáticos y estadísticos aplicados a grandes volúmenes de datos. Esta definición técnica la complementa con una explicación coloquial que resulta especialmente esclarecedora: «estadística a lo loco».​

Uno de los aspectos más relevantes de su análisis es la identificación de los límites actuales del crecimiento exponencial de la IA. Martorell señala que las tres patas sobre las que se sustenta el desarrollo de la inteligencia artificial —cómputo, algoritmia y datos— están alcanzando ciertas fronteras que podrían ralentizar el avance actual. En el ámbito del cómputo, estamos imprimiendo transistores a 3 nanómetros de ancho, aproximándonos a límites físicos donde no cabrán más átomos de silicio. Respecto a los datos, la humanidad ya ha utilizado prácticamente todo el contenido disponible en internet para entrenar modelos, lo que obliga a explorar alternativas como la generación de datos sintéticos o la robotización de la realidad para capturar nuevas informaciones.​

Regulación y ética en el desarrollo tecnológico

Martorell defiende una posición equilibrada respecto a la regulación de la inteligencia artificial. Muestra su apoyo al enfoque europeo, que regula los usos de la IA en lugar de limitar el tamaño o la potencia de los modelos. Esta aproximación, plasmada en cuatro niveles de regulación que van desde usos permitidos sin restricciones hasta aplicaciones completamente prohibidas como el social scoring, busca proteger los derechos fundamentales sin frenar la innovación.​

Nota: 
El "social scoring" es un sistema que evalúa el comportamiento de las personas para asignarles una puntuación social basada en datos personales y actividades, tanto en línea como físicas. Esta puntuación puede usarse para premios o castigos, afectando el acceso a servicios como educación, sanidad y viajes, y se basa en el análisis de factores como la actividad en redes sociales y los hábitos cotidianos. Un ejemplo conocido es el sistema de crédito social de China, pero la Unión Europea ha prohibido el uso de la IA para estos fines por considerarlos una amenaza a la privacidad y la igualdad. 

Su reflexión sobre la necesidad de regular ciertos desarrollos tecnológicos incluye una analogía provocadora con las armas nucleares, sugiriendo que podría llegar un momento en que la comunidad internacional acuerde limitar ciertos usos de la IA que representen amenazas para la humanidad. Esta visión no es catastrofista, sino prudente, reconociendo tanto el enorme potencial de la tecnología para mejorar ámbitos como la medicina, la educación o la productividad empresarial, como los riesgos asociados a un desarrollo sin controles.​

Lecciones para futuros profesionales

La trayectoria de Pep Martorell ofrece varias lecciones fundamentales para estudiantes y profesionales del big data y la inteligencia artificial. En primer lugar, la importancia de una formación interdisciplinar sólida que combine fundamentos científicos con capacidades técnicas. En segundo lugar, la necesidad de desarrollar habilidades de liderazgo y gestión que permitan escalar proyectos de alto impacto. En tercer lugar, el valor de construir puentes entre diferentes ecosistemas —académico, empresarial, institucional— para generar sinergias que multipliquen el impacto del trabajo individual.​​

Martorell insiste especialmente en dos competencias que considera clave para el futuro profesional en un mundo transformado por la IA: el pensamiento crítico y las habilidades matemáticas fundamentales. Advierte sobre el peligro del uso acrítico de las herramientas de inteligencia artificial y subraya la importancia de mantener capacidades analíticas propias que permitan evaluar, contextualizar y aplicar adecuadamente los outputs que generan estos sistemas.​

Impacto en el panorama tecnológico español y europeo

El trabajo de Martorell ha contribuido significativamente a posicionar a España y Europa en el mapa de la supercomputación y la inteligencia artificial a nivel global. Su liderazgo en el BSC ha permitido que Europa mantenga infraestructuras computacionales de primer nivel, esenciales para la soberanía tecnológica del continente. En un contexto geopolítico donde el control de la tecnología representa una ventaja estratégica fundamental, contar con capacidades propias de supercomputación resulta crucial para no depender exclusivamente de proveedores externos.​​

Su trayectoria demuestra que es posible desarrollar carreras profesionales de alto nivel en el ecosistema tecnológico europeo, combinando excelencia científica con visión estratégica y capacidad de ejecución.

Para los estudiantes del Máster en Big Data e Inteligencia Artificial de la Universidad de Málaga, el ejemplo de Martorell ilustra cómo una formación especializada, complementada con experiencia práctica y una visión amplia del ecosistema tecnológico, puede abrir puertas a posiciones de liderazgo en instituciones de referencia internacional.